27 de febrero de 2012

La vuelta a Argentina.

Subir al avión de Aerolineas Argentinas y escuchar al comandante hablar, hizo que me cayera la ficha de lo tan cerca que estaba de mi país. En el avión éramos la mayoría argentinos. Después de tanto tiempo me encontraba en un lugar donde el ingles no era el idioma que predominaba.
El vuelo fue de doce horas y llegue a Ezeiza un martes a la noche, allí estaban esperándome mis viejos y mi madrina. Hacia mucho frió esa noche y en mi casa de Tigre me esperaba mi hermana con unas buenas milanesas que no comía hacia bastante tiempo.
Al principio cuesta volver a acostumbrarse a nuestro país, venir de Nueva Zelanda hace que lo haya notado muy feo y abandonado, pero son las primeras impresiones, con el correr de los días uno se va volviendo a acostumbrar a donde uno vivió toda su vida y aceptarlo como es.
Mi proceso de “adaptación” duro poco. A los dos días ya me encontraba trabajando en mi antigua oficina, tomándome el tren todos los días como si nada hubiera pasado de mi vida en este último año. Todos me trataban de locos, me decían que me tome un tiempo, pero seguro iba a ser peor y me iba a terminar deprimiendo.
Los demás días continuaron con muchas visitas de amigos que hacia mucho tiempo no veía, muchos asados y miles de historias para contar una y otra vez.
Sin duda que haber hecho lo que hice fue lo mejor que me paso en la vida. Estoy muy contento de cómo se dio todo el viaje desde un principio, la forma en que nunca baje los brazos a pesar de cualquier cosa que me haya pasado, estoy seguro que siempre hubo alguien mas conmigo que me daba fuerzas para terminar mi sueño y gracias a Dios fui fuerte y pude seguir adelante hasta cumplirlo.
Hoy me encuentro nuevamente en el living de mi casa, donde un año atrás me estaba poniendo la plata adentro de las medias para emprender este viaje. No sabía muy bien que me esperaba, si me la iba a bancar, si me iba a pasar algo, si volvía a la semana, ni donde iba a vivir. Tenia muchos miedos, muchos me trataban de loco. Pero acá estoy, devuelta en el mismo sillón con las medias listas...

(Volviendo a la rutina en Argentina)

No hay comentarios:

Publicar un comentario